El bautismo en agua es uno de los mandamientos más claros y poderosos que dejó el Señor Jesucristo para sus discípulos. No es un simple ritual ni una costumbre religiosa: es una declaración pública de fe, una obediencia consciente al llamado del Evangelio, y una experiencia espiritual profunda con implicaciones eternas.
Las palabras de Jesús: creer y bautizarse
Jesús mismo fue claro respecto al bautismo y su vínculo con la salvación:
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
— Marcos 16:16 (RVR1960)
Aquí Jesús establece un orden divino: creer → bautizarse → ser salvo. No porque el agua tenga poder mágico, sino porque el bautismo es la señal visible de una fe genuina en Él. Según la Biblia Plenitud, esta afirmación de Jesús muestra que el bautismo no es opcional, sino parte integral del acto de recibir a Cristo como Salvador.
Jesús mismo fue bautizado, no porque necesitara arrepentirse, sino para "cumplir toda justicia":
“Mas Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.”
— Mateo 3:15 (RVR1960)
Su bautismo marcó el inicio de su ministerio y nos dejó un ejemplo a seguir. La Biblia Plenitud resalta que el bautismo de Jesús no fue solo un acto simbólico, sino una identificación con los pecadores a quienes vino a salvar, anticipando su futura muerte y resurrección.
¿Qué significa el bautismo?
El bautismo es mucho más que una ceremonia. Es una proclamación espiritual poderosa que implica varias verdades:
1. Identificación con la muerte y resurrección de Cristo
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo…”
— Romanos 6:3-4 (RVR1960)
El bautismo simboliza que morimos al pecado, fuimos sepultados con Cristo y resucitamos a una nueva vida. No es solo un acto simbólico: es una confesión pública de que nuestra vida vieja terminó.
2. Limpieza espiritual y nuevo nacimiento
Aunque el agua no salva por sí sola, es una señal externa de una obra interna: el perdón de pecados y el nuevo nacimiento.
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.”
— Hechos 22:16 (RVR1960)
La Biblia Plenitud destaca que esta "lavada" no es literal sino espiritual: una transformación del corazón hecha por el Espíritu Santo.
3. Un acto de fe y obediencia
El bautismo es la respuesta del creyente a la gracia de Dios. Es decirle al mundo: "He creído en Cristo y le pertenezco".
“El bautismo… ahora nos salva… como aspiración de una buena conciencia hacia Dios…”
— 1 Pedro 3:21 (RVR1960)
La Biblia enseña que deben bautizarse los que han creído. El patrón apostólico es claro:
“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
— Hechos 2:41 (RVR1960)
La Biblia Plenitud explica que el bautismo es para quienes han entendido el Evangelio, se han arrepentido y han entregado su vida a Jesús. Por eso se practica el bautismo de creyentes, no de infantes, ya que estos aún no pueden ejercer fe personal.
El mandato del Señor: hacer discípulos y bautizar
Jesús dejó instrucciones muy precisas a sus seguidores antes de ascender:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
— Mateo 28:19 (RVR1960)
El bautismo es parte de la Gran Comisión. No se trata de una opción para algunos, sino de un paso obligatorio para todos los que desean seguir a Cristo. Hacer discípulos incluye enseñarles a obedecer este mandato.
¿Qué pasa cuando alguien se bautiza?
Reconoce públicamente a Jesús como su Señor
Declara que su vieja vida terminó
Se une al cuerpo de Cristo, la iglesia
Recibe una confirmación espiritual de su fe
Se alinea con el reino de Dios y su voluntad
¿Y si ya fui bautizado cuando era niño sin entender?
El bautismo bíblico siempre fue posterior a la fe personal. Si alguien fue bautizado antes de creer, ese acto fue bien intencionado pero no bíblico. El modelo de la iglesia primitiva es claro:
“Pero cuando creyeron a Felipe… se bautizaban hombres y mujeres.”
— Hechos 8:12 (RVR1960)
La fe precede al bautismo. Si hoy creés en Cristo y nunca fuiste bautizado con entendimiento, ¡es el momento de dar ese paso!
Conclusión: Bautismo, obediencia y salvación
Jesús no dejó este mandamiento como un ritual más, sino como un paso de obediencia y fe. Recordemos de nuevo Sus palabras:
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo…”
— Marcos 16:16 (RVR1960)
No basta con creer de forma privada. El bautismo es el acto que grita al mundo: “Soy de Cristo.”
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