ESTUDIO BÍBLICO: LA ENCOMIENDA DE JESÚS A LOS DISCÍPULOS Y SU CONTINUIDAD HASTA HOY

La encomienda de Jesús a sus discípulos, conocida comúnmente como la Gran Comisión, marca un antes y un después en la historia de la iglesia. Es la autoridad delegada por Cristo para continuar su obra en la tierra, predicando el evangelio, haciendo discípulos y manifestando el poder de Dios con señales, milagros y transformación de vidas. Este estudio detalla lo que Jesús mandó, lo que sucedió después, los milagros y señales, la promesa vigente hasta nuestros días y su implicancia eterna.

EL MANDATO DE JESÚS

Mateo 28:18-20 (Reina-Valera 1960)
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Jesús, resucitado, habla con autoridad universal. El verbo principal en griego es “haced discípulos” (μαθητεύσατε), siendo “id”, “bautizad” y “enseñad” acciones subordinadas. No solo se trata de evangelizar, sino de formar discípulos comprometidos que guarden la enseñanza de Cristo.

2. Marcos 16:15-20
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Luego que el Señor les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor, y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

Aquí se presenta una expansión del mandato: no solo hacer discípulos, sino predicar a toda criatura. Además, se anuncia que a los creyentes seguirán señales sobrenaturales.

3. Lucas 24:47-49
Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

Antes de actuar, los discípulos debían recibir poder. Esta promesa apunta a la venida del Espíritu Santo.

4. Hechos 1:8
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

La misión mundial solo era posible por medio del poder del Espíritu Santo. La palabra griega para poder es "dunamis", de donde deriva dinamita, refiriéndose a una capacidad sobrenatural.

CUMPLIMIENTO DE LA ENCOMIENDA EN HECHOS

1. Hechos 2:1-4
La promesa del Espíritu Santo se cumple en Pentecostés. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaron en otras lenguas. Aquí se inicia el ministerio apostólico con poder.

2. Hechos 2:37-41
Pedro predica y tres mil personas se convierten y son bautizadas. La iglesia nace en poder, predicación, arrepentimiento y conversión.

3. Hechos 3:1-10
Pedro y Juan sanan a un cojo en la puerta del templo. La señal llama la atención de todo el pueblo y Pedro predica nuevamente, glorificando a Jesús como autor del milagro.

4. Hechos 4:29-31
Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

La iglesia primitiva entendía que el hablar con denuedo y las señales acompañaban la predicación. Este modelo continúa en todo el libro de los Hechos.

MILAGROS Y SEÑALES DESPUÉS DE LA ENCOMIENDA

Sanidades (Hechos 5:12-16; 9:32-35; 14:8-10)

Liberaciones demoníacas (Hechos 8:7; 16:16-18; 19:11-12)

Resurrección de muertos (Hechos 9:36-42; 20:9-12)

Prodigios sobrenaturales como visiones, terremotos, escapes de prisión (Hechos 10:3-6; 12:7-10; 16:26)

Manifestación del Espíritu con lenguas y profecía (Hechos 2:4; 10:44-46; 19:6)

LA PROMESA VIGENTE HASTA HOY

1. Mateo 28:20
Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

2. Marcos 16:17-18
Estas señales seguirán a los que creen.

No dice “a los apóstoles” sino “a los que creen”. La promesa de señales no se limita al tiempo apostólico, sino que está ligada a la fe en Cristo. La iglesia a lo largo de la historia ha tenido testimonios de milagros, sanidades y manifestaciones del Espíritu Santo.

3. Hechos 2:38-39
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

La promesa del Espíritu no es limitada a un tiempo, sino para todas las generaciones de creyentes.

APLICACIÓN EN NUESTROS TIEMPOS

El mensaje sigue siendo el mismo: arrepentimiento, fe en Cristo, bautismo, y obediencia.

La misión sigue vigente: hacer discípulos en todas las naciones.

Las señales siguen disponibles para los que creen y predican con fe.

El poder del Espíritu Santo sigue siendo esencial para el testimonio eficaz.

Jesús sigue con nosotros mediante el Espíritu Santo.

TESTIMONIO BÍBLICO SEGÚN BIBLIA PLENITUD

La Biblia Plenitud en sus notas enfatiza la importancia del bautismo en el Espíritu para llevar a cabo la Gran Comisión. Destaca que el ministerio de señales y milagros no cesó con los apóstoles, sino que forma parte del ministerio del Reino hasta que Cristo regrese.

La encomienda de Jesús a los discípulos no fue solo un mandato histórico. Fue el inicio de una obra continua que atraviesa generaciones. La autoridad, el poder, la presencia y las señales siguen vigentes. La iglesia está llamada a predicar con poder, formar discípulos, y permitir que el Espíritu Santo obre para confirmar el mensaje. No es una historia pasada, sino una realidad presente y eterna.