El Arrebatamiento en los Textos Judeocristianos Primitivos


El Arrebatamiento en los Textos Judeocristianos Primitivos: Esperanza Mesiánica vs. Escapismo Celestial

Los textos judeocristianos primitivos (no canónicos, no romanos y no gnósticos) son escasos pero muy importantes para rastrear las creencias tempranas de los cristianos que aún estaban profundamente arraigados en el judaísmo del Segundo Templo. Estos grupos, conocidos como nazarenos, ebionitas o simplemente judeocristianos, dejaron pocos escritos, y la mayoría de lo que sabemos de ellos proviene de citas o menciones en obras patrísticas como las de Orígenes, Eusebio, Epifanio, Ireneo y otros.

El Evangelio de los Hebreos / Nazarenos / Ebionitas

Estos evangelios no canónicos son versiones del evangelio de Mateo en hebreo o arameo utilizadas por comunidades judeocristianas.

No mencionan directamente un "arrebatamiento" como el de 1 Tesalonicenses 4:17.
Su escatología está más centrada en la venida del Mesías para establecer el Reino en la tierra, muy al estilo del judaísmo apocalíptico.
La esperanza era la restauración de Israel (Hechos 1:6), no una huida del mundo al cielo.
En estas comunidades, el Reino es terrenal, mesiánico y davídico. No se esperaba un escape sobrenatural al cielo, sino el cumplimiento de las profecías mesiánicas en Jerusalén.

La Didascalia Apostolorum (s. III, origen judeocristiano siríaco)

Aunque posterior, conserva tradiciones judeocristianas orientales:

Enseña una escatología de persecución y juicio, no un arrebatamiento escapista.
Se enfatiza la resurrección futura de los justos, no una traslación al cielo antes de la tribulación.
Ve la Iglesia como el Israel restaurado, que será probado y purificado en los últimos días.

Los Oráculos Sibilinos (libros III–V)

Compilaciones judías y judeocristianas con fuerte contenido apocalíptico:

Describen catástrofes, juicios y la intervención de Dios.
En los fragmentos judeocristianos, el Mesías viene a juzgar al mundo y reinar, no a llevarse a los suyos al cielo.
No hay concepto de "arrebatamiento" como en el dispensacionalismo moderno.

El Pastor de Hermas (obra cercana a judeocristianos romanos, s. I–II)

Aunque no estrictamente judeocristiano, es muy judío en escatología:

Enseña sobre una gran tribulación que purifica a la Iglesia.
Habla de ser contado digno de escapar, pero en sentido moral y espiritual, no como un evento físico de traslación.

El “escapar” es espiritual: permanecer firme en la fe y no negar a Cristo ante la persecución.

Los judeocristianos primitivos no tenían una doctrina del arrebatamiento como en el dispensacionalismo moderno.

Su esperanza era la venida del Mesías para establecer el Reino en la tierra.
La idea de un “arrebatamiento” al cielo antes de la tribulación es ajena a sus escritos y pensamiento.
Creían en una resurrección corporal al final de los tiempos, en línea con la esperanza farisea/judía (Daniel 12, Isaías 26).

Hoy en día, dentro del cristianismo contemporáneo, existen dos grandes corrientes en cuanto al momento del arrebatamiento:

Arrebatamiento Pretribulacional

Creencia: Cristo arrebatará a su Iglesia antes de la gran tribulación, librándola del juicio venidero.

Base bíblica comúnmente citada:

1 Tesalonicenses 4:16-17 (RVR1960):
"Porque el Señor mismo con voz de mando... descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros... seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire..."
Apocalipsis 3:10:
"Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba..."
(Interpretado por algunos como una promesa de ser librados de la tribulación).
1 Tesalonicenses 5:9:
"Porque no nos ha puesto Dios para ira..."

Explicación:
Esta postura, más común en el dispensacionalismo moderno, enseña que el arrebatamiento es un evento inminente y secreto que ocurre antes del periodo de tribulación descrito en Apocalipsis. Es muy posterior a la teología judeocristiana original.

Arrebatamiento Postribulacional (o durante la tribulación)

Creencia: Cristo vendrá después de la gran tribulación, y en ese momento los creyentes serán arrebatados para recibirlo y participar en su regreso triunfal.

Base bíblica comúnmente citada:

Mateo 24:29-31:
"E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días... verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo... y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos..."
2 Tesalonicenses 2:1-3:
"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo... no os dejéis mover fácilmente... porque no vendrá sin que antes venga la apostasía..."

Esta visión ve el arrebatamiento como parte del retorno glorioso de Cristo después del sufrimiento, coherente con la enseñanza de que la Iglesia no será eximida del conflicto final, sino fortalecida para vencer en medio de él. Esta posición se acerca más a la escatología judeocristiana primitiva.

Mientras los judeocristianos primitivos esperaban la intervención final de Dios a través del Mesías para establecer un reino justo y visible en la tierra después de un tiempo de aflicción, el concepto moderno de un "arrebatamiento" antes del sufrimiento no aparece en sus escritos. La discusión actual entre el arrebatamiento pretribulacional y postribulacional debe, por tanto, analizarse a la luz de la escatología bíblica completa, teniendo en cuenta no solo las cartas paulinas sino también las enseñanzas proféticas, apocalípticas y el pensamiento original del cristianismo naciente en su contexto judío.


Los textos judeocristianos primitivos, ajenos al canon romano, al gnosticismo y a las interpretaciones posteriores del cristianismo gentil, presentan una escatología profundamente enraizada en la tradición profética y apocalíptica judía. Su esperanza no era un arrebatamiento al cielo antes de la tribulación, sino la restauración del Reino de Dios en la tierra mediante la venida del Mesías.

Para estos creyentes, la fidelidad durante la prueba, la resurrección final y el cumplimiento de las promesas a Israel eran el centro de su visión escatológica. El concepto moderno de un arrebatamiento físico y pretribulacional resulta totalmente extraño a su pensamiento y enseñanza original.

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