Cómo identificar cuando una congregación está dormida y no hay manifestación del Espíritu Santo


Cómo identificar cuando una congregación está dormida y no hay manifestación del Espíritu Santo

Una congregación espiritualmente dormida es aquella que ha perdido la sensibilidad a la voz de Dios, vive en la rutina religiosa sin frutos espirituales, y donde no se percibe la dirección ni la manifestación del Espíritu Santo.

Este estado puede evidenciarse a través de varios indicadores bíblicos y es de suma importancia discernirlo, ya que puede marcar la diferencia entre una iglesia viva, dirigida por el Espíritu, y una congregación que solo mantiene una forma externa de fe. La Biblia ofrece principios claros para evaluar el estado espiritual de una iglesia.

Apocalipsis 3:1-3 dice: "Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti."

Este mensaje dirigido a la iglesia en Sardis, según la Biblia de Estudio Plenitud, representa una congregación que tiene una reputación externa de vida espiritual pero que en realidad está muerta. La advertencia de Jesús no está dirigida a pecados doctrinales, sino al hecho de que sus obras no eran perfectas delante de Dios.

Esto muestra que es posible mantener cierta actividad y reputación sin verdadera vida espiritual. La Biblia Thompson conecta este pasaje con Mateo 26:41, donde Jesús dice: "Velad y orad, para que no entréis en tentación", y con 1 Tesalonicenses 5:6: "No durmamos, pues, como los demás, sino velemos y seamos sobrios." Estas referencias apuntan a la necesidad constante de vigilancia y atención espiritual para no caer en un estado de letargo.

Uno de los indicadores más claros de una congregación dormida es la ausencia de la manifestación del Espíritu Santo. Primera de Tesalonicenses 5:19 dice: "No apaguéis al Espíritu", y Segunda de Timoteo 3:5 habla de aquellos que "tienen apariencia de piedad, pero niegan la eficacia de ella; a éstos evita." Cuando el Espíritu Santo es apagado o resistido, la iglesia pierde el poder espiritual que transforma vidas.

La Biblia Plenitud explica que apagar al Espíritu es resistir su obrar, ignorar su guía, o suprimir sus manifestaciones. Una iglesia puede seguir con sus actividades, programas y liturgias, pero sin fruto espiritual real.

Esta es una señal de muerte espiritual. Jesús dijo en Juan 16:8 que el Espíritu Santo convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Si no hay convicción de pecado en las predicaciones ni un llamado claro al arrepentimiento, es probable que el Espíritu no esté obrando con libertad. Hechos 4:31 muestra que cuando los discípulos oraban, el lugar temblaba y todos eran llenos del Espíritu Santo. Esto contrasta fuertemente con reuniones donde no hay pasión, fervor ni dirección espiritual.

En Mateo 7:20, Jesús dijo: "Por sus frutos los conoceréis." Esto se refiere no solo a los frutos de las personas, sino también a los frutos colectivos de una congregación. Gálatas 5:22-23 describe el fruto del Espíritu como amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Una iglesia viva manifestará estos frutos.

La Biblia Thompson enlaza este principio con Juan 15, donde Jesús enseña que todo pámpano que permanece en Él lleva mucho fruto. La falta de estos frutos, junto con una adoración superficial o centrada en el entretenimiento, revela una desconexión con la verdadera vida en Cristo. Una congregación puede tener muchas actividades, música, enseñanza y reuniones, pero si no hay fruto del Espíritu, es señal de que está espiritualmente dormida.

Otras señales bíblicas de una congregación dormida incluyen:

Letargo espiritual. Efesios 5:14 dice: "Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo." Pablo usa el término “dormir” en sentido espiritual, aludiendo a una vida sin vigilancia, sin sensibilidad a lo que Dios está haciendo.

Falta de discernimiento espiritual. Primera de Corintios 2:14 enseña que "el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." Una iglesia dormida carece de discernimiento. Se tolera el pecado, se predica sin profundidad, y no hay revelación de la Palabra.

Falta de oración eficaz. Jesús declaró en Mateo 21:13: "Mi casa, casa de oración será llamada." Cuando la oración se vuelve mecánica o escasa, la iglesia se seca espiritualmente. La oración ferviente es señal de vida y dependencia del Espíritu.

Pérdida de la Palabra viva. Hebreos 4:12 afirma que "la palabra de Dios es viva y eficaz." En una iglesia dormida, la predicación puede ser motivacional o superficial, pero no confronta el pecado ni produce transformación. Una predicación sin el poder del Espíritu no penetra ni vivifica.

Ausencia de milagros y señales. Marcos 16:17-18 dice: "Y estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes... sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." Una iglesia sin manifestación del poder de Dios puede estar operando desde su fuerza humana, no en dependencia del Espíritu.

Para evaluar si el Espíritu Santo se manifiesta en una congregación, se pueden considerar las siguientes preguntas: ¿Se predica la Palabra con poder y verdad (Hebreos 4:12)? ¿Hay convicción de pecado y llamado al arrepentimiento (Juan 16:8)? ¿Hay libertad en la adoración y en la vida de la iglesia (2 Corintios 3:17)? ¿Se percibe el gozo, la paz y la presencia de Dios (Romanos 14:17)? ¿La iglesia ora con fe y perseverancia (Hechos 4:31)? Si la respuesta a estas preguntas es negativa, es probable que el Espíritu no esté obrando con libertad en esa congregación.

¿Qué hacer si la congregación está dormida? Primero, debe haber arrepentimiento. Apocalipsis 3:3 dice: "Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete." Dios llama a recordar el mensaje original, la verdad recibida, y a volver al primer amor. Segundo, se debe buscar la llenura del Espíritu.

Efesios 5:18 exhorta: "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien, sed llenos del Espíritu." Esta llenura no es opcional, es una necesidad diaria. Tercero, se debe restaurar la vida de oración, la enseñanza fiel de la Palabra, y la comunión entre creyentes. Hechos 2:42 dice: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones." Una iglesia viva persevera en estos elementos esenciales.

La Biblia Thompson ofrece recursos temáticos útiles para profundizar. El tema 929 (dormir espiritual), el 1258 (avivamiento), y el 383 (obra del Espíritu) permiten enlazar muchos pasajes. La Biblia Plenitud contiene artículos explicativos sobre cómo se apaga al Espíritu, cómo se experimenta el avivamiento, y cómo discernir el mover de Dios. La Biblia de Estudio de la Vida Plena también ofrece comentarios sobre la necesidad de la llenura continua del Espíritu en Hechos 1 y 2, así como notas sobre la evidencia de una iglesia activa en los dones y en el fruto del Espíritu.

Una congregación dormida no necesariamente es una congregación sin actividad. Puede estar llena de programas y tradiciones, pero si el Espíritu Santo no está obrando, si no hay fruto, convicción, poder, ni transformación, está espiritualmente muerta.

El llamado de Cristo es claro: "Despiértate, tú que duermes... y te alumbrará Cristo." (Efesios 5:14). Solo el arrepentimiento, la restauración de la pasión por la presencia de Dios, y la dependencia total del Espíritu Santo pueden traer vida a una congregación que ha caído en el letargo espiritual.

La iglesia no fue llamada a operar por métodos humanos sino por el poder del Espíritu Santo, como fue desde el principio en el libro de los Hechos. Volver a ese modelo es urgente en estos tiempos.


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