No nos callamos aunque parezca que estamos solos, Cristo esta con nosotros


NO NOS CALLAMOS: AUNQUE PAREZCA QUE ESTAMOS SOLOS, CRISTO ESTÁ CON NOSOTROS

Predicar a Cristo no siempre es fácil. Hay momentos en los que sentimos que caminamos solos, que nadie nos escucha, que nuestro mensaje parece caer en el vacío. A veces enfrentamos burlas, indiferencia o incluso oposición. Pero, ¿acaso no fue así también con los profetas? ¿No fue así con el mismo Señor Jesús, que fue despreciado y rechazado por los hombres?

Sin embargo, el llamado sigue en pie: prediquemos a Cristo, y a este crucificado (1 Corintios 2:2). Aunque las multitudes no respondan, aunque nos falten fuerzas, aunque sintamos que ya no podemos más, no bajemos los brazos. No nos cansemos de anunciar la verdad del Evangelio: que hay perdón de pecados solo en Jesús, que la cruz es el camino a la vida, que el arrepentimiento es necesario para ser salvos, y que la sangre de Cristo limpia todo pecado (1 Juan 1:7).

Pablo mismo escribió en 2 Timoteo 4:16-17:

"En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon... Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación."

Aunque todos se aparten, aunque el desánimo golpee, aunque parezca que la soledad es nuestra única compañía, el Señor está a nuestro lado. Él nos fortalece, Él nos sostiene, Él no olvida nuestra labor. Cada palabra que hablamos en su Nombre, cada acto de obediencia, cada momento en que decidimos seguir adelante y no rendirnos, es precioso para Él.

No estamos solos. Hay un galardón eterno. Y mientras haya aliento en nosotros, sigamos predicando la cruz. Que no se oiga otra cosa de nuestros labios que el mensaje de reconciliación con Dios, la necesidad del arrepentimiento y el glorioso perdón disponible solo por el sacrificio de Jesús en la cruz.

No nos callemos. No nos rindamos. No nos demos por vencidos. Cristo viene pronto.


Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente